Engagement: En búsqueda de la felicidad

Hoy nos toca hablar de un término muy extendido y que esconde grandes repercusiones en nuestra labor no sólo en las organizaciones, sino en nuestra vida.  Quiero reflexionar acerca del engagement.
La traducción de engagement más acertada es la de Compromiso. Pero un compromiso que aglutina voluntad por querer hacer las cosas,  actitudes (forma de actuar) y habilidades personales para ir más allá de una solución común y estándar. Lo podríamos resumir en la pregunta de “ qué más puedo hacer para lograr el resultado esperado y de una manera totalmente satisfactoria  que nos mantenga felices?
Es una mezcla de compromiso de las personas y de involucración anímica en la  búsqueda de nuestro resultado. No sólo es un proceso racional sino también emocional. Conjuga la manera de hacer las cosas (actitudes y capacidades) imprimiendo pasión en cómo hacerlo (emociones): quiero hacer las cosas, puedo hacerlas, sé y voy a aprender a  cómo hacerlas y voy a disfrutar haciéndolas.
Pero con todo esto, ¿el engagement es más una actitud o es más un valor? Sinceramente creo que es un valor que debería regir nuestras vidas y sobre todo, la adopción del engagement en tu ámbito personal seguro  ayudará a empalizar el logro profesional. Mi reflexión de hoy va encaminada hacia el engagement entendido en sus tres dimensiones:

1)      Engagement de actuación (activo): Un compromiso manifestado a través de acciones concretas.
2)      Engagement de pensamiento (cognoscitivo): un compromiso basado en querer hacer , creérselo y alineado con tus valores
3)      Engagement de sentimiento (afectivo): compromiso y sentido de pertenencia, de utilidad, de emociones positivas y de felicidad.

¿Somos capaces de conjugar estos tres tipos de compromisos de manera consciente? Seguro, que algo podemos hacer para mejorarlo.

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