Fue un momento duro, muy duro
cuando la noticia llegó y nos turbó de tristeza. La fortaleza y entereza que
siempre había manifestado se derrumbaba estrepitosamente. En esos momentos uno
no sabe qué decir porque un mar de imágenes y recuerdos inunda tu pensamiento. Una
imagen tras otra, un recuerdo tras otro, una sonrisa tras otra….
No puedes hacer nada y sólo un
terrible dolor irrumpe en tu corazón, un
corazón que se marchita a la vez que agita tu ritmo cardíaco; sí, una
controversia similar a aquella que marca el ciclo de la vida y de la muerte.
Fue en abril de 2012 cuando
decidí dar un tiempo de reflexión a mi blog y no encontraba el momento de
reactivarlo. El día a día, las largas jornadas de trabajo y el continuo ajetreo
de nuestras vidas no hacen otra cosa que dificultar la búsqueda del mejor momento para una buena reflexión. Efectivamente
no son más que meras excusas que utilizamos, involuntariamente, para continuar
haciendo rutinarios nuestros actos; sin embargo, en un encuentro del pasado 19
de noviembre con mi “buena gente”, mi amigo Ramón, te hace reflexionar y pensar de nuevo.
Y lo he decidido, qué mejor recuerdo y tributo puedo dedicar a aquel que luchó por vivir, que más de tres años después de haber escrito mi último post, vuelvo a continuar mi “espacio abierto”, mi diario de actualidad y opinión, dedicándoselo a Carlos Arnaiz.
Y lo he decidido, qué mejor recuerdo y tributo puedo dedicar a aquel que luchó por vivir, que más de tres años después de haber escrito mi último post, vuelvo a continuar mi “espacio abierto”, mi diario de actualidad y opinión, dedicándoselo a Carlos Arnaiz.
Una última lágrima empaña la
visión del monitor de mi portátil mientras el estribillo de una canción de un
grupo recién descubierto, suena con el
repiqueteo de los dedos sobre las teclas de mi teclado escribiendo este post (canción
“Pa amb Oli y sal” de Blaumut):
...els astronautes volen baix,
els núvols passen com qui no diu res.
amb les butxaques a les mans
caminarem els passos d'altres peus...
els núvols passen com qui no diu res.
amb les butxaques a les mans
caminarem els passos d'altres peus...
esmorzarem pa amb oli i sal,
ho vestirem amb unes copes de vi.
deixant de banda la ciutat,
la tarda és llarga i potser més, molt més, la nit.
ho vestirem amb unes copes de vi.
deixant de banda la ciutat,
la tarda és llarga i potser més, molt més, la nit.
un altre lloc, un altre temps,
on parlarem amb altres déus.
el meu secret subtitulat,
camins d'arròs, camins de blat.
on parlarem amb altres déus.
el meu secret subtitulat,
camins d'arròs, camins de blat.
esperarem que baixi el
sol
i sota l’arbre parlarem del temps.
un bioritme elemental,
un tros de vida artificial…
i sota l’arbre parlarem del temps.
un bioritme elemental,
un tros de vida artificial…
Carlos, sé que eres ese astronauta
que vuela bajo, que compartirá largas tardes y muchas más noches con nosotros,
conmigo, en otro lugar, en otro tiempo, vistiéndolo con unas copas de vino tal y como dice la canción…
Somos muchos los que a pesar de
la distancia, seguimos contigo y reímos contigo. Ahora el calendario tiene una fecha que marca el inicio de la nueva vida con el traje de madera. Que sepas
que seguiremos siendo los mismos independientemente de cómo vayamos vestidos…
Va por ti Carlos, contigo por y
para siempre!