"Va por Ustedes"... una despedida agridulce

Hoy es otro de esos días que podemos denominar tristes. Hemos dado un nuevo paso en falso y nos hemos dejado llevar por la decisión menos lógica.
Ayer día 25 se desarrolló la que podemos llamar como la última corrida de Toros en Cataluña.
Atrás ya quedan esos días en los que uno, independientemente de sus gustos y aficiones, podía optar por pasar una de sus tardes de asueto, disfrutando de una corrida de toros. Hoy ya eso, en Cataluña, no se puede hacer. Pero, somos conscientes de hasta dónde podemos limitar nuestras libertades?

No lo entiendo. Vivimos en un país donde podemos votar y decidir por el futuro de una tradición (la de los toros) y sin embargo, nadie cuestiona y cambia otras prácticas que quizás producen un daño moral y ético más grande como el que regula los beneficios fiscales y sociales de nuestros parlamentarios y diputados. Sinceramente, no lo entiendo.
Hace unos días se decide que la llamada Fiesta Nacional (que de Nacional ya no tiene nada), pasa a integrarse en el Ministerio de Cultura (anteriormente estos espectáculos estaban regidos por el Ministerio del Interior) y ayer, por decisión de una Cámara de minoritarios llamada Parlament de Catalunya, se decide prohibir la opción de una alternativa cultural, de ocio y espectáculo…Lo sigo sin entender.

Quiero reivindicar que también me gustaría poner en cuestión otro tipo de prácticas: El deporte del boxeo, los espectáculos de perros en el canódromo corriendo detrás de una liebre falsa, el espectáculo de la fórmula 1 en tiempos de crisis y sobre todo, los ciudadanos que no llegan a fin de mes como consecuencia de la difícil situación económica que algunos, nos han hecho vivir. Dónde acaba la responsabilidad política y empieza la responsabilidad de cada uno de nosotros. Pero esto no importa. Lo que importa es manifestarse ( o disponer directamente de un espacio común) en contra de algo, de cualquier cosa, pidiendo derechos y limitando cada vez más nuestras obligaciones. ¿Podemos dejar de actuar sobre aspectos que no producen ningún beneficio y luchar por alcanzar los principios del bienestar económico de este país? Yo creo que sí.
Ayer, mientras veía los distintos reportajes en TV sobre la noticia en Cataluña, no pude identificarme con ninguno de los representantes de la llamada posición antitaurina. Lo siento, quizás opinamos de manera distinta y con total seguridad, actuamos así también.
Bien o mal, esa es la decisión que han tomado unos pocos que nos representan, mejor dicho, que representan al pueblo catalán ( o al menos, eso quiero pensar).
Ahora sólo queda que se evalúe la indemnización que la Generalitat deberá pagar a los empresarios, porque eso sí, no nos pensemos que esto es gratis. Se está evaluando la necesidad y situación de las arcas catalanas y qué va a pasar con al emisión de deuda de hace unos meses, y ahora, hay que soltar más dinero para potenciales indemnizaciones. Pero da igual, esto no es importante, lo importante es prohibir aquello que lleva consolidado hace muchos años y que no dejaba de constituir una decisión libre que uno podía tomar (ir o no ir a una plaza a ver este tipo de espectáculos).

Hoy dejo aquí el post y sobre todo, dejo una reflexión que no ha hecho nada más que empezar. Va por Ustedes!!

Leave a Reply