Impotencia ante las Cajas

Seguimos sin poder hacer nada de nada.

Cada día me indigno, me cabreo y me inmunizo. Sí, ahora creo que me estoy inmunizando a las malas noticias económicas y financieras que nos avecinan. Que si la alta deuda de nuestro país, que si estamos ante una recesión inminente, que si hoy Grecia sí y mañana Grecia también…¿Somos capaces de poder diagnosticar lo que nos está pasando? La situación es difícil, pero más difícil es poder entenderla.

A grandes rasgos podemos decir que dependemos de que otros nos presten dinero para poder salir de la crisis. Qué triste y qué paradójico. Tenemos alta deuda que tenemos que devolver porque si no lo hacemos, nunca nadie nos volverá a prestar dinero…Vamos, que queramos o no, necesitamos de la dependencia de otros para que nos ayuden a salir de ésta; sin embargo, ¿qué estamos haciendo por nuestros propios medios para poder avanzar más rápidamente hacia la salida? Creo que bastante poco…

Yo ya no lo sé. Primero nos enteramos de la situación de las Cajas de ahorro. Atrás queda ese primer catalizador que fue Caja Castilla La Mancha con su presidente Juan Pedro Hernández Moltó. Nuestro Banco de España tomó el control sobre la misma pero las responsabilidades de sus gestores quedaron diluidas en el tiempo…ahora llega la situación de la CAM, Unnim, Catalunya caixa, Caixa Galicia,…en fin, todo un desenfreno de caudales semipúblicos que van orientados a nuevas intervenciones de nuestro Banco de España con sueldos, prejubilaciones y despidos millonarios…Yo ante esto, me indigno. Pero ¿cómo no podemos hacer nada y recuperar las indemnizaciones, beneficios sociales (plan de pensiones) y sueldos vitalicios que se han “autoadjudicado” aquellas personas que han llevado a las Cajas a esa peculiar situación?

Con estos indicadores sociales, no me extraña que la credibilidad de nuestro país, bueno, mejor dicho de nuestros “reinos de Taifas” (que en el fondo, es lo que pensamos la mayoría de los que nos consideramos españoles) vaya perdiéndose con el tiempo.

En fin, algo no funciona. Seamos responsables de nuestros actos y lo que es más importante, salgamos a la calle con nuestra cabeza muy alta. Los señores gestores de los bancos y cajas que están rescatando, creo que no pueden mirar a otro sitio que no sea al triste y sucio suelo.  A mí, no me miren por favor!!

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